viernes, 3 de febrero de 2012

Islandia, un ejemplo a seguir.

A finales del verano de 2010 estuve de vacaciones en Islandia. Es un sitio que recomiendo encarecidamente a visitar, sobre todo si te lo sabes buscar no tiene porque ser un viaje caro. En Islandia podrás ver fenómenos de  la naturaleza que son un pequeño ejemplo de como se formó la tierra y como sigue formándose (Geisers, rios de lava, volcanes,.....). Sentirás el poder de la misma y podrás entender cuanto de insignificantes somos ante la grandeza de la madre naturaleza. Sus habitantes con rasgos vikingos además de bellos son amables, coordiales y educados. Y eso es lo que les ha hecho poder conseguir una revolución ante la crisis mundial y sobre todo ante los culpables de la misma dentro de su propio país.

"Islandia consiguió acabar con un gobierno corrupto y parásito. Encerró a los responsables de la crisis financiera en la cárcel. Empezó a redactar una nueva Constitución hecha por ellos y para ellos. Y hoy, gracias a la movilización, será el país más próspero de un occidente sometido a una tenaz crisis de la deuda. Es la ciudadanía islandesacuya revuelta en 2008 fue silenciada en Europa por temor a que muchos tomaran nota. Pero lo lograron, gracias a la fuerza de toda una nación, lo que empezó siendo crisis se convirtió en oportunidad. Una oportunidad que los movimientos altermundistas han observado con atención y lo han puesto como modelo realista a seguir.
La historia de Islandia es un gran ejemplo a seguir en los tiempos que corren. Sobretodo después de saber que según las previsiones de la Comisión Europea, este país del norte atlántico, cerrará el 2011 con un crecimiento del 2,1% y que en 2012, este crecimiento será del 1,5%, una cifra que supera el triple que la de los países de la zona euro. La tendencia al crecimiento aumentará incluso en 2013, cuando está previsto que alcance el 2,7%. Los analistas aseveran que la economía islandesa sigue mostrando síntomas de desequilibrio. Y que la incertidumbre sigue presente en los mercados. Sin embargo, ha vuelto a generar empleo y la deuda pública ha ido disminuyendo de forma palpable.
Este pequeño país del periférico ártico rechazó rescatar a los bancos. Los dejó caer y aplicó la justicia sobre quienes habían provocado ciertos descalabros y desmanes financieros. Los matices de la historia islandesa de los últimos años son múltiples. A pesar de trascender parte de los resultados que todo el movimiento social ha conseguido, poco se ha hablado del esfuerzo que este pueblo ha realizado. Del límite que alcanzaron con la crisis y de las múltiples batallas que todavía están por resolver. Sin embargo, lo que es digno de mención es la historia que habla de un pueblo capaz de comenzar a escribir su propio futuro, sin quedar a merced de lo que se decida en despachos alejados de la realidad ciudadana. Y aunque sigan existiendo agujeros por llenar y oscuros por iluminar.
La revuelta islandesa no ha causado otras víctimas que los políticos y los hombres de finanzas. No ha vertido ninguna gota de sangre. No ha sido tan llamativa como las de la Primavera Árabe. Ni siquiera ha tenido rastro de mediática, pues los medios de comunicación han pasado por encima de puntillas. Sin embargo, ha conseguido sus objetivos de forma limpia y ejemplar.
Hoy por hoy, su caso bien puede ser el camino ilustrativo de los indignados españoles, de los movimientos de Occupy Wall Street y de quienes exigen justicia social y justicia económica en todo el mundo."

La crisis de los bancos y las malas gestiones de los gobernantes no tenemos porqué pagarla nosotros.
Hace poco Alfonso Botín dijo que la culpa de la crisis no es de los bancos, si no de los gobernantes. Yo añado que tiene razón, es de los gobernantes que no han sabido ponerle frenos a la avaricia de los bancos, ni han sabido ni querido poner medidas de control frente a las claúsulas abusivas de los bancos, y han preferido rescatar a los bancos antes que a los ciudadanos a los cuales representan.


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