martes, 24 de junio de 2014

Sólo en mis sueños

Sólo en mis sueños aparecéis, como espectros de viejos antepasados, en la última semana sin saber porque.

No entiendo el significado pues es algo que creía superado.

Pero sin conocer el motivo no paráis de surgir. Todo parece como antes, empero absoluto de reproches, explicaciones vagas.

¿Cuál es el motivo?, ¿a qué viene este empeño por surgir en mi mente sin mi permiso?.

El despertar me deja un sabor amargo en la boca, como la hiel de una mala centaura menor. De bilis negra es el recuerdo de esos somniāre  que en la oscura noche acontecen en mi mente sin que pueda apagarlos.

Sólo la luz del día me devuelve la serenidad al ver a mi amada dormida, a mi vástago entregado a los brazos de Morfeo, rezumando tranquilidad. 

Serenĭtas que lo apaciguas todo, no dejes que las animas avasallen mi descanso.

miércoles, 4 de junio de 2014

Recuerdos de la infancia. I

Hogar, anhelo desde muy pequeño.
Recorriendo en solitario las calles de una pequeña ciudad la distancia entre la residencia y el colegio.
Entretenido mirando escaparates, personas y vidas ajenas. Con la celeridad que te da el horario escolar a cumplir.
Volaba mi imaginación cual alma elevada sobre las cabezas de personas anónimas.
Olores a hogar, a comida, a ropa tendida al sol con ese olor a suavizante. Esa podría ser mi casa dónde llegar después de salir de clase, o de jugar en la calle.
Habitación propia con mis juguetes. Con mis libros. Un calor reconfortante. Deseos poco corrientes en un niño de 6,7,8 9 o 10 años.
Què no hubiera cambiado por ese añorado deseo.
Una residencia enorme. Tan alejada de todo y de todos me esperaba.
Comedor tan repleto y a la vez tan solitario. Noches en vela en esa habitación con tantos otros niños.
Al menos David tenía a su hermano pequeño allí con el.
Al menos el otro David tenía a sus hermanos y padres 6 meses al año.
Al menos Jorge compartía sus juguetes conmigo.
Al menos Don Antonio el zapatero te dejaba verle trabajar, mientras remendaba nuestros zapatos. Con su pelo siempre engominado y una enorme sonrisa en la cara.
Al menos los pájaros cantaban su canto en los días soleados, donde no había nada más que hacer que pasar el rato.
Familia prestada, de paso, con esa sinceridad que te da la niñez.
Sinceridad cruel y dañina que solo hacía aumentar el deseo de crecer, de desaparecer, de huir corriendo de ese lugar.
...........................

lunes, 2 de junio de 2014

El hombre transparente

Tratando de comprender el motivo de porque me he vuelto transparente. El médico no encuentra la causa de que, en ocasiones, todo mi cuerpo no se proyecte.

Todo comenzó hace más de un año y medio. Un buen día, sin motivo alguno me mire al espejo, y aunque me devolvió una imagen de mi mismo, no debía de ser cierto.

Quizás sea un holograma, un recuerdo escondido en los más profundo de mi mente. Una imagen no real, porque en realidad soy transparente.

Mi cerebro se empeña en mostrarme, tal y como soy, existo, soy de carne y hueso.

Hablo, como, me muevo. Como una personal real.

Pero en ocasiones soy transparente para algunos. Por mas que me empeño en llamar su atención no me ven.

¿Seré una especie de vampiro que no se ve reflejado en la retina de algunos?. De nada me sirve organizar, pensar o proponer. Siempre caen en saco roto.

He llegado a pensar que es debido a el gran cambio que sucedió hace un año y medio. No estoy seguro porque en vez de ser un cambio comprensible, parece que algunos no han asimilado dicho cambio, y quizás no entiendan que ya no es como antes. Nada ha cambiado en mi ser, sigo siendo el mismo, pero a la vez todo ha cambiado a mi alrededor, pues ya no es lo mismo.

Por el contrario, para los que comparten mi día a día, nada ha cambiado. Me ven, se relacionan y me confirman que existo. Que sigo ahí, que nada y todo ha cambiado a la vez.

Pero en ocasiones soy transparente.