sábado, 27 de julio de 2013

La aventura de ser padre: Los consejos de los demás,

Llevo tiempo dándole vueltas a esto de definir bajo mi prisma y corta experiencia la aventura de ser padre. La verdad es que hay miles de situaciones y anécdotas que surgen a raíz de esta increíble experiencia. Como todo en la vida, hay que comenzar por algo, y al hilo de una conversación recientemente mantenida, esta vez le ha tocado al asunto de los consejos ajenos. Más en concreto a la educación o enseñanza que unos padres deben de dar o darán a sus hijos.
Cuando uno tiene un ideal, pensamiento o manera de actuar, lo normal es que se termine transmitiendo a sus hijos. Eso es una cosa que la tengo muy clara. Yo pienso como pienso porque he llegado a esa conclusión después de barajar, analizar y vivir mis experiencias.
Por eso me molesta que traten de intentar convencerme de que a pesar de mi pensamiento voy a verme obligado a no poder actuar porque las normas establecidas así me lo van ha imponer. Y sobre todo porque si no lo hago muy hijo va a ser infeliz.
 Centrando el tiro, aunque es aplicable a todo en la vida, el asunto es los Reyes Magos y los regalos del día en cuestión. Vamos a ver, hasta donde yo se los Reyes Magos según cierta religión, eran tres reyes que vinieron de Oriente para llevarle regalos a un bebe nacido y que en teoría es hijo de un dios. 
El mezclar esa celebración con la vorágine de regalos y de la ilusión de los niños por ese día para mi es antagónico. Se ha llevado a tal extremo que los padres o familiares se ven obligados a  comprar regalos porque si no sus seres queridos no se van a sentir de esa manera, queridos . Y si hablas de un niño ya es el top, es decir si tu hijo no recibe regalos y sus amigos si, será muy desgraciado y todo por culpa de tu pensamiento. 
La felicidad de un niño y la ilusión es que tus padres te quieran,  te lo digan y te lo demuestren, pero no con regalos, sino con cariño. Creerme que sí un niño no se siente querido por sus padres ni todos los regalos del mundo le harán feliz. Lo se, lo he vivido y así pienso transmitírselo a mi hijo. Los regalos los tendrá pero porque debe de tenerlos, los justos y necesarios, pero no ese día y mucho menos porque no creo en una religión ni participo en ella. Creo que es una hipocresía casarse, comulgar, bautizar, regalar en reyes si no eres practicante. Así que no admito consejos de personas que tratan de hacerme ver que tienes que participar en los regalos aunque no creas. Que vas ha hacer a tu hijo infeliz si en ese día no le haces regalos. Un niño es más listo de lo que nos pensamos, otra cosa es que sea caprichoso, y si tu le explicas porque los reyes magos no vienen a casa lo va a entender.
Que manía de inventarse cuentos como los reyes magos, ratoncito Pérez,... por no crearles traumas. Peri si es más traumático cuando descubren la verdad, ¿o no?.
No podré evitar que personas ajenas le quieran hacer regalos, pero desde un principio sabrá quien se los regala y porque. ¿O es mejor mentirles para crearles una ilusión, que además no tiene nada que ver con la festividad a la que se refiere?.
En resumen, ni creo en las religiones ni voy a seguir las acciones típicas. Explicare a mi hijo que es la religión, desde un punto de vista histórico, las diferentes opciones, sin decirle si es malo o bueno. El decidirá sí le interesa o no cuando tenga uso de razón. Mi opinión es mía pero esta claro que sí las cosas se explican de un modo racional y sobre la realidad y verdad su decisión será más clara, y si quiere creer será porque cree que hay un dios, y celebrara sus festividades, pero no porque la sociedad lo diga y mucho menos porque como terminan aconsejándote esas personas: " es que es lo normal".
¡¡No!!, es lo establecido pero no es la verdad absoluta y única.