miércoles, 8 de febrero de 2012

Idioteces de los representantes de la iglesia.

No dejamos de leer opiniones de representantes de la iglesia en España. La última proviene de un señor subsidiario cuya función es pastorear almas para su bien común. Un señor cuyas funciones son hablar, promulgar sus leyes espirituales cobrar y vivir por ello. El arzobispo de Granada Javier Martínez, ha soltado lindeces como que: " Si la mujer aborta, el varón puede abusar de ella", donde llegó a comparar la ley del aborto con el régimen de Hitler y donde se brinda decir que las acciones cometidas por dicho régimen no eran tan repugnantes comparadas con el aborto. "Matar a un niño indefenso, y que lo haga su propia madre, da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella". "El arzobispo se refería a que si la madre es capaz de matar a su propio hijo, el varón tiene entonces autoridad absoluta para hacer lo que quiera con ella y con su cuerpo".

Ahora se desmarca con otra declaración nada despreciable. Critica la mentalidad de “pueblo subsidiado” de los españoles.

Haciendo comentarios como este:
“Enfermedad social.”
En la homilía que pronunció este domingo en la Abadía del Sacromonte con motivo de la celebración de San Cecilio, el patrón de la ciudad, y ante los representantes municipales del Ayuntamiento de Granada (PP), el prelado cuestionó además el amplio número de jóvenes que pretenden convertirse en funcionarios, lo que, en su opinión, es una “enfermedad social”.

Cambio de cultura que tiene que ver con la fe”
Asimismo, para justificar sus opiniones, se apoyó en las encuestas que realizó entre los universitarios en sus comienzos como obispo: “Un porcentaje muy alto, cercano al 80 por ciento de los chicos, buscaba ser funcionario. Eso es una enfermedad social”, dijo Martínez, para quien es necesario un “cambio de cultura” que tiene que ver con la fe y con “cierta capacidad de riesgo”.
"Justificó la violencia contra las mujeres que abortan."
Este personaje, como recuerda el diario Público, fue el  primer arzobispo que se sentó en el banquillo de los acusados por un delito de coacciones del que finalmente quedó absuelto.

"Preservativos que propagan el sida."
Entre su glosario de barbaridades también figura la peregrina teoría de que el uso de preservativos, lejos de detener los contagios del virus del sida en África, han propagado la enfermedad.
Que estas declaraciones provengan de una persona que vive a cuerpo de rey, sin saber que es tener que levantarse a las 6 de la mañana para trabajar, sin tener que pagar una hipoteca, impuestos y demás obligaciones que el resto de los españoles si hacemos ha generado una deuda millonaria desde que está en su "cargo".

Endeudado hasta las cejas
Pese a dar recetas de cómo salir de la crisis, lo cierto es que desde que llegó a la Diócesis los gastos se han disparado y la deuda ha pasado de 1,2 a 28 millones de euros.
Critica la mentalidad subsidiaria de los españoles, pero el pertenece a una entidad que recibe dinero del erario público.

Subvenciones multimillonarias
Que además la iglesia recibe del Estado anualmente por diferentes conceptos subvenciones por importe de más de 10.000 millones de euros, con los que se paga a los catequistas en las escuelas, el mantenimiento del patrimonio, sus centros sociales,… Además de estar exentos de impuestos que nos gravan a todos los ciudadanos como el IBI.
No está afectada por los recortes
Que la iglesia, ante la situación de crisis y los recortes impuestos por los sucesivos gobiernos de uno u otro signo, no está siendo afectada por esos recortes que si están generando paro, reducción de salarios, congelación de pensiones, subidas de impuestos,… sin que el señor arzobispo haya visto disminuir sus ingresos del Estado.

Desconocemos los conocimientos como economista del prelado, como para dar una clase de economía en una homilía. Tiene todo el derecho a expresar sus opiniones, como cualquier ciudadano, pero es hora de que la iglesia supere el nacional-catolicismo en el que el señor Martínez quiere seguir viviendo a costa de toda la ciudadanía.

Lecciones mundanas de economía
Si el arzobispo piensa que la fe es la que nos sacará de la crisis, no entiendo entonces sus lecciones mundanas sobre economía, que no pueden sino interpretarse como un intento de clericalismo, en el que además no falta la hipocresía de tildar de subsidiados a los demás, siendo los primeros de la clase. Seguramente debía aplicarse preceptos evangélicos como dejar de ver la paja en el ojo ajeno y ver la viga en el suyo.

Es necesario acabar con los privilegios de la Iglesia acordados en el año 1979.

Derogación del Concordato
Es necesaria la derogación del Concordato y los Acuerdos con la Santa Sede que posibilitan ese subsidio a la iglesia católica, y la supresión de todo tipo de privilegios para cualquier confesión religiosa o ideológica.


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