miércoles, 31 de diciembre de 2014

Un año de aventura.

El año está llegando a su fin. Sólo quedan horas para que pasemos página del calendario y de muchas cosas en la vida... o al menos le demos continuidad.

Ha sido un año de aventura. Viendo en los últimos días que todo el mundo se afana en hacer un resumen de su "mierda" o "fantástico" año no voy a ser menos.

Ha sido un año fantástico por muchos motivos.

Ha sido un año de salud para mi y los míos, el único tropiezo lo superó con creces mi querida suegra y venció al mal endémico del último siglo, el cáncer.

Un año donde mi pequeño ha pasado de ser un bebe a ser un niño, y donde cada día es una gran experiencia a su lado.

Un año de trabajo, mucho trabajo. De casa nueva. De tener cerca a los míos. Un año donde lo más importante que me pueda haber pasado me ha ocurrido. Tengo cerca a mis seres queridos. Y eso es y ha sido lo mejor.

Un año donde descubres lo magníficas personas que son esos familiares que por un motivo u otro tenias un poco apartados, pero que a la hora de la verdad han sabido estar ahí.

Ha sido un año donde cada uno está donde se merece estar.

Donde el sinvergüenza ha dado la cara, el cobarde ha seguido dentro de su cobardía, la interesada ha dejado clara que su posición es para el que más beneficios le pueda dar.

Un año donde, aun pareciendo que la puñalada había sido certera, solo ha servido para levantar la cabeza con más orgullo si cabe y decir: "¡¡¡estos son nuestros cojones y aquí estamos!!!".

Un año donde por desgracia sigo echando de menos a mis amigos.

Un año donde ha habido besos, felicidad, malos, buenos, dragones y aventuras.

jueves, 23 de octubre de 2014

Fruto del desamor

Soy fruto del desamor, 
del engaño y del rencor.

Del amor un día correspondido, 
entre arrumacos, besos y secretos al oído.

Que dejaron de suceder, 
un frío atardecer, 
donde el hielo del desamor, asoló ese joven corazón.

Que una vez fue amado, querido y deseado.

Y ahora se encuentra derrumbado, dolido y abandonado.

Y entre el escombro del desamor, clamó venganza.

Soy fruto del desamor, 
de la ira, del dolor.

martes, 24 de junio de 2014

Sólo en mis sueños

Sólo en mis sueños aparecéis, como espectros de viejos antepasados, en la última semana sin saber porque.

No entiendo el significado pues es algo que creía superado.

Pero sin conocer el motivo no paráis de surgir. Todo parece como antes, empero absoluto de reproches, explicaciones vagas.

¿Cuál es el motivo?, ¿a qué viene este empeño por surgir en mi mente sin mi permiso?.

El despertar me deja un sabor amargo en la boca, como la hiel de una mala centaura menor. De bilis negra es el recuerdo de esos somniāre  que en la oscura noche acontecen en mi mente sin que pueda apagarlos.

Sólo la luz del día me devuelve la serenidad al ver a mi amada dormida, a mi vástago entregado a los brazos de Morfeo, rezumando tranquilidad. 

Serenĭtas que lo apaciguas todo, no dejes que las animas avasallen mi descanso.

miércoles, 4 de junio de 2014

Recuerdos de la infancia. I

Hogar, anhelo desde muy pequeño.
Recorriendo en solitario las calles de una pequeña ciudad la distancia entre la residencia y el colegio.
Entretenido mirando escaparates, personas y vidas ajenas. Con la celeridad que te da el horario escolar a cumplir.
Volaba mi imaginación cual alma elevada sobre las cabezas de personas anónimas.
Olores a hogar, a comida, a ropa tendida al sol con ese olor a suavizante. Esa podría ser mi casa dónde llegar después de salir de clase, o de jugar en la calle.
Habitación propia con mis juguetes. Con mis libros. Un calor reconfortante. Deseos poco corrientes en un niño de 6,7,8 9 o 10 años.
Què no hubiera cambiado por ese añorado deseo.
Una residencia enorme. Tan alejada de todo y de todos me esperaba.
Comedor tan repleto y a la vez tan solitario. Noches en vela en esa habitación con tantos otros niños.
Al menos David tenía a su hermano pequeño allí con el.
Al menos el otro David tenía a sus hermanos y padres 6 meses al año.
Al menos Jorge compartía sus juguetes conmigo.
Al menos Don Antonio el zapatero te dejaba verle trabajar, mientras remendaba nuestros zapatos. Con su pelo siempre engominado y una enorme sonrisa en la cara.
Al menos los pájaros cantaban su canto en los días soleados, donde no había nada más que hacer que pasar el rato.
Familia prestada, de paso, con esa sinceridad que te da la niñez.
Sinceridad cruel y dañina que solo hacía aumentar el deseo de crecer, de desaparecer, de huir corriendo de ese lugar.
...........................

lunes, 2 de junio de 2014

El hombre transparente

Tratando de comprender el motivo de porque me he vuelto transparente. El médico no encuentra la causa de que, en ocasiones, todo mi cuerpo no se proyecte.

Todo comenzó hace más de un año y medio. Un buen día, sin motivo alguno me mire al espejo, y aunque me devolvió una imagen de mi mismo, no debía de ser cierto.

Quizás sea un holograma, un recuerdo escondido en los más profundo de mi mente. Una imagen no real, porque en realidad soy transparente.

Mi cerebro se empeña en mostrarme, tal y como soy, existo, soy de carne y hueso.

Hablo, como, me muevo. Como una personal real.

Pero en ocasiones soy transparente para algunos. Por mas que me empeño en llamar su atención no me ven.

¿Seré una especie de vampiro que no se ve reflejado en la retina de algunos?. De nada me sirve organizar, pensar o proponer. Siempre caen en saco roto.

He llegado a pensar que es debido a el gran cambio que sucedió hace un año y medio. No estoy seguro porque en vez de ser un cambio comprensible, parece que algunos no han asimilado dicho cambio, y quizás no entiendan que ya no es como antes. Nada ha cambiado en mi ser, sigo siendo el mismo, pero a la vez todo ha cambiado a mi alrededor, pues ya no es lo mismo.

Por el contrario, para los que comparten mi día a día, nada ha cambiado. Me ven, se relacionan y me confirman que existo. Que sigo ahí, que nada y todo ha cambiado a la vez.

Pero en ocasiones soy transparente.

martes, 27 de mayo de 2014

Que la tierra no te sea leve.

Que la tierra no te sea leve.

Ojalá que tu huella no perdure, huellas que nadie, ni siquiera el tiempo, son capaces de borrar.

Que la tierra no te sea leve.

Poso amargo.

Que la tierra no te sea leve.

Astro quieto, capaz de pensar que el Sol gira entorno a él.

Ciego.

Que la tierra no te sea leve.

Creedor amo del mundo.

Autoridad, soberbia, chulería.

Que la tierra no te sea leve.

Genio y figura hasta la sepultura, dijeron algunos.

Un genio es alguien con una capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables. No fue el caso.

Que la tierra no te sea leve.

Carácter fuerte, pero solo con los débiles.

Que la tierra no te sea leve.

Mentiroso y cruel.

Que la tierra no te sea leve.

La semilla perdura, mala, arrugada, fea, escondida para atacar desde las sombras.

Que la tierra no te sea leve.

Cobarde, sin agallas para dar la cara.

Defensor de lo indefendible.

Que la tierra no te sea leve.

Fariseo de cualidades y sentimientos.

Que la tierra no te sea leve.

viernes, 23 de mayo de 2014

Miradas que lo dicen todo, silencios que no dicen nada.

Asustado, pidiendo ayuda con la mirada. Así es como has entrado en el vagón. 
Probablemente no sepas hablar nuestro idioma, o sí, quien sabe.
Pero un cartel indica que tienes dos hijos y una mujer que mantener.
Un viajero te da una moneda, y le das las gracias con una reverencia. Pero no una reverencia cualquiera, si no una que hace denotar que no sabes otro modo de dar las gracias. Ni siquiera hablando. Pero tu mirada lo dice todo, o eso o eres un gran actor.
Pides ayuda en silencio, sin decir nada, tratando de no molestar.
Solo con la mirada.
Te largo un billete, dos reverencias, tu sorpresa te hace agradecérmelo con dos reverencias.
Definitivamente deduzco que no sabes nuestro idioma.
No hablas, no rompes ese silencio de la mañana que lo inunda todo.
Gente que revisa su teléfono móvil, gente leyendo, gente durmiendo. Gente que no alza la vista para no ver la petición de ayuda en tu mirada. Gente que de repente se hace la despistada, la dormida, la distraída, la ocupada.
Y no dices nada. Solo, ¡¡ayúdame!!, con la mirada.

miércoles, 9 de abril de 2014

Construyendo un futuro mejor.

El Viernes pasado tuve de nuevo la oportunidad de poder colaborar en la rehabilitación de una sala para la fundación San José: http://www.fundacioninstitutosanjose.com/ dentro de las actividades de voluntariado en las que vengo colaborando en los últimos años y de la cual me siento muy orgulloso de pertenecer.

Esta fundación basa sus acciones principalmente en:

Área de atención a la alta dependencia y la discapacidad.
Área de cuidados y recuperación funcional.
Área de procesos vitales avanzados.

En resumen, ayuda a personas con discapacidades físicas y mentales, donde les ofrecen ayuda médica, psicológica y de integración en el mundo laboral actual.

El hecho en cuestión se basó en habilitar una sala de gimnasio donde martillo en mano nos dispusimos a derribar paredes, recoger escombros, pintar y montar muebles. Todo ello en colaboración con compañeros de trabajo, donde para algunos era su primera incursión dentro del voluntariado y por supuesto con compañeros de voluntariado habitual.

La tarde pasó de manera rápida y muy afable, supervisados en todo momento por el personal de mantenimiento del edificio y con la idea clara de que estábamos aportando un pequeño, pequeñísimo granito de arena a ayudar a otras personas. También nos acompañaron pacientes del centro, que residen de manera temporal o permanente en las instalaciones y los cuales estaban muy contentos con nuestra visita y ayuda.

El broche final lo puso una merienda compartida entre todos, donde muchos pacientes se arrancaron a cantar en un improvisado Karaoke.

Como siempre las emociones en este tipo de sitios fluyen, donde la realidad te golpea en la boca del estómago y te hace pensar en lo verdaderamente importante de la vida y sobre todo en las personas que por un motivo u otro no han tenido la suerte de tener una vida "corriente" tal y como la conocemos. En esta ocasión me libré de poder coincidir con los niños que residen en la misma, y digo que me libré porque cada vez que me cruzo con un niño con algún "problema" el mundo se me viene encima. Empiezo a maldecir lo injusta que es la vida y no paro de pensar del porque el mundo no podría ser un lugar mejor.

En definitiva, un placer poder "echar un cable" e intentar hacer de este mundo un sitio mejor.

Gracias por darme esta oportunidad.






martes, 11 de marzo de 2014

11-M 10º Aniversario. ¿Recuerdas donde estabas tú?.

¿Donde estabas tú aquel fatídico día de los atentados del 11-M en Madrid?. Yo lo recuerdo muy claramente, como si hubiera ocurrido ayer mismo.

Esta mañana al montarme en el tren que suelo coger todas las mañanas no he podido evitar ponerme nervioso, un pensamiento macabro ha pasado por mi mente. No he podido evitar pensar que siendo el 10º aniversario no se le habría ocurrido a algún fanático islamista celebrarlo poniendo de nuevo unas bombas. Y en seguida me he imaginado saliendo entre los amasijos de hierro, o lo que sería peor para mí, que mi mujer fuera víctima de esa gentuza. Mi hijo, huérfano, llorando por su madre o por su padre. ¡¡Uf!!, nudo en el estómago, una ola de rabia e indignación me ha despertado de mi dormidera mañanera habitual. ¡¡Calma, calma!!, he pensado.

Evocando recuerdos más agradables mentalmente y mientras mis pulsaciones bajaban a niveles normales, y la calma volvía a mi, he empezado a acordarme de las personas que conozco que si fueron víctimas del atentado.

Me he acordado de mi amiga Elena y la pérdida de sus dos hermanas. La misma perdida que le llevó a su hermano decirle al ex-presidente Aznar esa famosa frase, que el se permite evocar en sus memorias: «Señor Aznar, yo le hago a usted responsable de la muerte de mis dos hermanas».

De hecho en el especial de el diario El Mundo del fin de semana pasado le hicieron una entrevista:
http://www.elmundo.es/especiales/11-m/las-victimas/3.html

Lo primero que he hecho ha sido enviarle un WhatsApp con un mensaje de ánimo, pues hoy debe de ser un duro día para ella y los suyos. Dos hermanas que iban a trabajar y dejaron viudos y huérfanos y una tristeza.

Pero también me he acordado de Laura, una amiga de la universidad de mi mujer, la cual perdió a su bebe y la movilidad de sus piernas y ahora vive postrada en una silla de ruedas. Eso sí, una sonrisa siempre está presente en su cara y tiene una hija preciosa que pudo tener a pesar de las secuelas del atentado.

Y de Rodolfo, más en concreto de su madre, a el no le conocí, pero si a su madre, que año tras año llora su pérdida....una mujer trabajadora que lo único que sabe es trabajar, trabajar y trabajar.

Recuerdo esa mañana, yo solía coger esos trenes, no se si uno u otro, pero podría haber sido una de las víctimas. La suerte estuvo de mi parte, ese día en vez de coger mi habitual tren me fui a trabajar en coche porque tenía que estar temprano debido a una intervención fuera de hora. Estábamos tranquilamente trabajando ajenos a la tragedia, cuando la mujer de mi compañero le llamó gritando, alarmada porque había oído la explosión del tren en el Pozo, ya que su casa está al lado y no sabía si su marido había cogido el tren esa mañana o había ido a trabajar en coche. Puede que el hubiera sido también una víctima más. Después de la alarma, vinieron los resoplidos, los nervios, el desconcierto. Yo también recibí la llamada de mi pareja en aquel entonces, nerviosa, preguntando si estaba bien. Si me había cogido a mi el atentado. Mi impulso fue tratar de llamar a mis familiares para calmarlos, pero las líneas estaban colapsadas. Todo fueron intentos de llamar a amigos, conocidos que sabías que solían coger esos mismos trenes. Mi amiga Ana se bajó de uno de los trenes un par de paradas antes. La suerte también la acompaño ese día.

Las noticias eran confusas, informaciones contradictorias. Mi mente tenía un autor que no era el "oficioso". Tenía claro que era una venganza por la famosa foto de Las Azores. Por la intervención de España en la guerra de Irak. De hecho mi frase a una compañera de trabajo cuando se decidió en el congreso que España participaría en la guerra fue: "Ojalá me equivoque, pero esto algún día nos pasará factura, pagaremos por ello, ya lo verás". Y por desgracia así fue.

¿Y que ganamos con ello?. Nada, 189 muertos, muchos heridos y estar en el punto de mira de los extremistas islamistas que escudándose en su puñetera cruzada religiosa matan y asesinan. ¡¡¡Malditos seáis, odio vuestras religiones y ojalá os pudráis en el infiero si existiera!!!.

El resto de los días todo fue información, información, y más información. Unos empeñados en acusar a quienes no habían sido, por motivos políticos o por no sentirse culpables. Espero que cada noche el arrepentimiento llegue a su cabecero y les impida dormir y conciliar el sueño con la conciencia tranquila.

Lo mejor, dentro de lo malo, era saber que mis amigos estaban bien .... puede sonar egoísta, pero siempre nos aliviamos cuando sabemos que los seres que más queremos están bien. El resto nunca nos suele doler tanto. Lo malo, las malas noticias terminarían llegando, y llegaron.

Hoy mi mente ha estado con esas personas, con ese día, con ese nudo en el estómago.
Foto: Monumento a las víctimas del 11-M en la estación de tren de Alcalá de Henares.

lunes, 24 de febrero de 2014

23 F. ¿Porque tanto revuelo?

Anoche Évole y el equipo de Salvados dedicaron su programa semanal a un "documental: Operación Palace" donde tejieron una historia ficticia sobre el intento de golpe de estado del 23 de Febrero de 1981.

http://www.atresplayer.com/television/noticias/lasexta-noticias/especiales/temporada1/capitulo-1-operacin-palace_2014022100224.html



He de admitir que por mi parte estaba entre perplejo, asombrado por las afirmaciones tanto de la historia y la trama como de los personajes que en ella participaron. Me alucinaba que si fuera cierto hubieran permitido la emisión del programa y sobre todo de tales afirmaciones sobre el monarca y todos lo que decían haber participado. Ahí venía la duda, que me repetía continuamente mi mujer, "no puede ser que hubiera tanta gente implicada y que nadie se hubiera enterado o haber hablado hasta ahora", ¿porque ahora si y antes no?, ¿que ha cambiado?.... muchas interrogantes al respecto. Y luego estaba el papel del director de cine Garci, era muy poco creíble la verdad.

Por otro lado todas esas afirmaciones corroboraban lo que yo pienso a grosso modo de dicho episodio. Creo que si no es tal como ocurrieron los hechos, tanto el rey, los políticos de aquel entonces y los militares y guardias civiles si tuvieron algo que ver. No se si en defensa de la débil democracia o en defensa de intereses personales. Para mi la figura salvadora del rey no lo es tanto. Un monarca que "puso" un dictador, no suele morder la mano que le da de comer, o al menos no tan próxima de la muerte del segundo.

Los textos de historia te enseñan en el colegio, que un militar de la guardia civil quiso continuar con una dictadura rancia que nos había castigado durante tantos años, y que gracias a la actitud inamovible del monarca, no llegó a buen puerto. Esa es la historia oficial, y la que todo el mundo conoce. Entiendo que después de una dictadura, y tras una transición bastante agitada, para los ciudadanos era la mejor opción. Una democracia monárquica.

Pero el revuelo que se ha formado en torno a tal programa, decepción por parte de unos, cabreo por parte de otros, etc... no debería de serlo tanto.

En este país todo lo que sea hablar, o poner en tela de juicio cualquier cosa referente a la monarquía choca con las afirmaciones de siempre, detractores y defensores. No deseo la guillotina para la monarquía, para mí la vida y el respeto de las personas está antes que cualquier idea, pero tampoco deseo que una institución o figura como la monárquica esté presente en el país que habito, mantengo y disfruto.

Existen multitud de libros respecto al 23 F, y en su magnífico libro: "La década que nos dejó sin aliento" de Juan Eslava Galán, http://www.juaneslavagalan.com/ficha.php?id=73 ya se menciona gran parte de lo mencionado ayer en dicho programa de Salvados.



¿Porqué tanto revuelo?. ¿Es que nadie quiere saber la verdad?. Yo si quiero. No por pedir responsabilidades porque como pasa con las cosas importantes en este país todo termina prescribiendo según de quien se trate. Y a estas alturas, pues no sería bueno para la estabilidad de un país pedir responsabilidades de este asunto. Es más importante que los casos actuales de corrupción, robos, estafas y miles de zarandajas queden resueltos, juzgados y ajusticiados. Pero que no se esconda la verdad, la verdad es necesaria, la investigación también. Así que por mi parte un ole para el programa de Salvados, y a modo personal una pequeña lagrimilla porque fuera todo una ficción.

viernes, 24 de enero de 2014

Cuando la felicidad de una persona se basa en los regalos que recibe.

Una vez finalizadas por fin las fiestas navideñas y con el paso de los días me sigo reiterando en mi posición sobre la celebración de las mismas y sobre todo en la costumbre de tener que hacer regalos el día de reyes.
“Son unas fechas para juntarte con tus seres queridos”. Pues mire usted, yo quiero ver a mis seres queridos todos los días del año, o lo máximo posible. Juntarme a comer con ellos un buen cocido, o un arroz cuando sea y donde sea. No tener que compartir con “familiares” que veo una o dos veces al año unos langostinos o lo que sea, porque toca. Y luego el resto del año saber que no existes para ellos o no existen ellos para ti. O lo que es peor, saber que te odian o los odias, que no te soportan o no les soportas. Eso en mi argot se llama hipocresía.

Cuando tienes un hijo todos tus ideales y/o pensamiento sobre el realizar regalos el día de reyes deben de ser abandonados en pro de no causar infelicidad a ese vástago.  Cuando te preguntan que le van a traer los reyes magos a tu hijo y respondes que nada porque no celebras esas fiestas todo el mundo te mira mal. El problema no es no hacer el regalo sino tener que justificar y explicar porque te niegas a participar en ello.

Muy educadamente intentas explicar que consideras que es una fiesta religiosa, y que al no ser creyente no consideras que debas de realizar regalos,  además pienso que la fiebre que se despierta por tener que realizar regalos distorsiona el sentido de lo que en realidad significan estas fechas, a mi modo de ver. Pero nada sirve para aplacar las hordas de críticas que empiezo a recibir al respecto. “Pues yo no soy creyente y hago regalos porque es una  tradición en mi casa”, “Vas a hacer infeliz a tu hijo cuando vea que sus amigos tienen regalos y el no”…. ¡¡¡Vaaale yaaaaa!!!. Vamos a ver, si la felicidad de mi hijo va a depender de si ese día le hago o recibe regalos de unos seres imaginarios, es que algo estoy haciendo mal el resto del año. La felicidad de mi hijo espero que sea todo el año, y sobre todo basada en amor, cariño y respeto. Una persona es feliz cuando se siente querida  y amada. Cuando sabe que tiene el amor incondicional de sus padres, cuando sabe que no está solo en el mundo. No cuando recibe muchos regalos. ¿Qué pasa con los niños cuyas familias por dificultades económicas no pueden recibir regalos?. 

Creedme que tengo la certeza de que si esos niños tienen sus necesidades básicas cubiertas y se siente queridos van a ser los niños más felices del mundo.
Respeto, o al menos lo intento, a quien quiera celebrarlo, hacer regalos, juntarse con sus familiares. Aunque sea una vez al año y por cumplir, o no. Pero no respeto a quien no quiera aceptar que estos son mis ideales y que quiera llevarlos a cabo con todas las consecuencias. Porque la felicidad de una persona  no está en los bienes materiales, sino en la riqueza de los buenos sentimientos.

jueves, 23 de enero de 2014

Hogar El Olivo: Recuerdos de la infancia.

El "Hogar El Olivo", es una residencia, o un hogar como ellos lo definen, donde viven niños y niñas en riesgo de exclusión social debido a sus situaciones personales y familiares. Para quien no conozca la labor de este tipo de centros es básicamente proporcionar un "hogar" donde residen estos ninos/as con edades comprendidas de entre 3 y 18 años. Reciben una educación, ropa, alimento...etc... Cosas que a lo mejor su familia no pueden proporcionarles en la medida que ellos necesitan.

Conozco bien este tipo de hogares, ya que he vivido durante años en un par de ellos, y aunque no tengo gratos recuerdos de mis estancias, me consta que en este caso no es como en mi caso personal. Quizás porque ahora lo veo con los ojos de un adulto y no con los ojos de un niño que no entendía porque tenía que estar separado de su familia durante gran parte del año y a la cual visitaba solo en épocas vacacionales y a veces ni eso, conviviendo con extraños, y teniendo que seguir una disciplina a veces casi militar. Donde la ley del más fuerte entre los propios niños era diaria, y sobre todo donde no te tenias que dejar comer la merienda. Siempre había algún compañero con el cual establecías una amistad y donde algún educador era tan amable y tenía tan buen corazón que se permitía el lujo de saltarse algunas normas para hacerte más llevadera la estancia.

El mes pasado tuve nuevamente la oportunidad de colaborar, como los últimos 3 años, donde nos hacen llegar una carta con necesidades que tienen cada niño, y donde nos invitan a intentar conseguir poder cubrirlas dentro de nuestras posibilidades. Este año las necesidades no eran juguetes, nunca lo son, si no que más bien eran chandals, calzado, pijamas,.... y viendo que nos iba a costar más convencer a la gente de que aportase dinero, decidimos comprarlas y pagarlas de nuestro bolsillo.

Así que allí que nos presentamos cargados de paquetes, pues al final también nos tiramos a la piscina y compramos una serie de regalos para cada niño. Estuvimos visitando las instalaciones, y cada niño nos iba enseñando sus habitaciones, sus salas de estudio, sus salas de juegos..... Millones de imágenes y recuerdos se agolpaban en mi mente mientras recorría esas instalaciones de la mano de una niña de 7 años que no paraba de insistirme en que su habitación era la más ordenada y que había aprobado todas las asignaturas. A la vez yo estaba empeñado en hacerme con la amistad de un pequeño de 3 años, al cual me había tocado comprarle los regalos y el cual me observaba entre cortado y curioso. He de decir que al final conseguí no solo hacerme con su nombre Eliot, sino con su sonrisa y sobre todo sus abrazos.
Todo estaba recogido, ordenado, limpio, y sobre todo realizado por ellos mismos. Me hizo recordar también porque tengo esas manías de intentar dejarlo recogido todo, de tratar de desordenar lo mínimo posible, porque así uno tendrá que colocar menos. Aunque he de reconocer que con el paso de los años, he abandonado ciertas manías de ordenar, incluso me permito el lujo de ser desordenado en determinadas cosas.

Una vez recorridas las instalaciones, nos dirigimos a la sala donde habíamos depositado anteriormente cada paquete con su nombre, 2-3 paquetes por niño. Cada uno se sentó donde estaba su nombre indicado, nerviosos pero sin tocar nada, esperando la orden de comenzar a desempaquetar cada uno lo suyo.
Y a la voz de ya, se abalanzaron como lo que son, como niños, gritando de alegría cuando abrían un chandal, unos calcetines, unas zapatillas,..... era asombroso como un pequeño puede ilusionarse con una simple camiseta, en este primer mundo donde hemos olvidado lo importante que es tener nuestras necesidades básicas cubiertas.

Luego nos pusieron un vídeo resumen de lo que había sido el año que finalizaba, fiestas de cumpleaños, excursiones, y Eliot que no paraba de cogerme la mano, y de chillar cada vez que salía en alguna de las fotos, en sonreír con esa sonrisa tan blanca, enmarcada en una piel tan negra que no hacía más que engrandecerla cada vez más.

Y como broche final les pusimos una piñata llena de caramelos, gusanitos, dulces.... donde se abalanzaron nuevamente como locos tratando de coger el mayor número de chucherías posible. Mostraban el botín recogido por cada uno,  cual tesoro pirata y de una manera tan tranquila lo terminaron depositando en una bolsa común para disfrute de todos en general.

Luego vinieron los abrazos, las despedidas, los besos y agradecimientos, porque al día siguiente era día de colegio y tenían que hacer los deberes, cenar y acostarse temprano. Un pequeño obsequio en modo de piscolabis, miles de preguntas, donde las monjas que llevan el Hogar nos contaban cada situación, cada historia, muy por encima porque ante todo está la privacidad de cada niño.

Abandoné el Hogar con una mezcla entre alegría, melancolía y ganas de llorar por todos los recuerdos que me vinieron, por pensar en el futuro de esos chavales, por agradecer que existan personas que se preocupan de los niños desamparados pero también maldiciendo que tipo de mundo es este que permite que un niño no pueda dedicarse a ser eso, un niño.



Por si alguien le interesa saber más:
http://www.surgam.org/articulos/503/MESA%20REDONDA/02.%20CENTRO%20DE%20ACOGIDA%20DE%20MENORES%20-%20HOGAR%20EL%20OLIVO.pdf

lunes, 13 de enero de 2014

Diego

Sentado en el quicio de una ventana de una empresa de seguros, debajo de un cartel un anuncio de planes de pensiones, con un cartón donde reza:" Estoy desahuciado, acepto todo tipo de ayuda, ropa, comida". Y un gorro de lana a modo de cesto con unas pocas monedas. Así se encuentra Diego. Un chaval más o menos de mi edad. No se los motivos ni el porque pero tu mirada lo dice todo. Te veo al pasar y algo se remueve en mis entrañas. Quizás compasión o tal vez el ver a alguien de mi edad que está en una mala situación. El caso es que mi mente empieza a agitarse. A la vuelta nos paramos y te ofrecemos algo de ayuda. Una barra de pan es la excusa perfecta para comenzar. "¿Estas bien, podemos ayudarte en algo?." Levantando la mirada lentamente aceptas esta migaja. Muchas gracias, murmuras y en un breve cuestionario sabemos que vives en una casa abandonada y que no tienes ningún tipo de ayuda. Prometemos volver con un poco de ayuda, que pueda servirte para pasar un poco el día.
Calentamos unas lentejas que tenemos, un poco de chorizo , salchichón, queso, unos zumos y un saco de dormir y una cazadora. Cuando vuelvo tu mirada sigue perdida. Sonrio para ganarme tu confianza. Te ofrezco estas pocas cosas mientras te pregunto de donde eres. "De Guadalajara". Poco a poco voy sacando lo poco que he recogido y te ofrezco un café. "No quiero abusar". Respondes. ¿Cómo vas a abusar sin tan siquiera me has pedido nada?. Paso al bar del al lado y pido un café con leche para llevar y un bollo. "¿Es para el de afuera?" Me inquiere el camarero. "Pues sí", respondo orgulloso. "Pues se va a poner muy nerviosos porque lleva 3". ¿Y tu cuantos llevas?, ¿has dormido y comido caliente?, ¿quien eres tu para juzgar?. Pienso. Pero no digo nada, sólo pago. Me acerco de nuevo y me das las gracias por el saco de dormir, ya que sólo tienes una pequeña manta en tu hogar de prestado. La cazadora te hace sonreír "porque al menos es ropa limpia", dices. No vas desaliñado, ni sin afeitar. Tu ropa demuestra que no hace mucho eras uno como yo, con tu trabajo y tu casa. Pero la vida se te ha puesto del revés. Intento indicarte donde queda Cruz Roja, quizás haya un comedor donde puedas echarte algo caliente. Te recuerdo que también hemos incluido unos cubiertos y que las lentejas están calientes, no se te vayan a enfriar. Para despedirme te pregunto tu nombre, "Diego", "yo Jorge". "Espero que todo te vaya bien y no verte más por aquí porque eso significará que te va mejor", digo a modo de despedida y estrechando tu mano. Pongo 10 míseros euros en tu gorro y me alejo con ese amargor que me sube cada vez que me enfrento a este tipo de injusticias.
"Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado." Dicen algunos por ahí. Mi única recompensa sería no tener que hacerlo porque eso significaría que nadie estaría pasando hambre.