lunes, 30 de diciembre de 2013

Verdades e hipocresías.

La verdad no siempre es la que uno cree saber, sobre todo cuando le han contado una versión y no se ha molestado ni tan siquiera en saber la versión de la otra parte.

Así de hipócrita llega a ser la gente. A veces me da por pensar que esa forma de actuar es meramente una manera de esconderse y tratar de culpar al otro de las mentiras que uno mismo se ha creado.

En esta vida quien siembre vientos recoge tempestades, y de una manera u otra esas tempestades acabarán por arrasar nuestras mentiras y sobre todo nuestros actos. Pero respecto a esto siempre saldrá alguno con la puñetera excusa de la edad, el pensamiento o mil zarandajas más con tal de no asumir su propia responsabilidad.

Ser consecuente con las ideas y los actos de uno mismo siempre lleva que te acusen de mala persona o de algo peor. No señores, no vale decir donde dije digo, digo Diego. Uno puede cambiar su pensamiento o actos, pero eso no te exime del pasado. Solo te pueden eximir las personas afectadas y si esas mismas personas no quieren eximirte no puedes acusarles de nada. Si la hiciste acarrea con las consecuencias. Así de sencillo.

A lo hecho pecho, por eso es importante meditar tus actos, para no tener que dar marcha atrás y tragarte tus propias palabras.


viernes, 27 de diciembre de 2013

Escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo.

Siempre he oído y se ha dicho que en esta vida hay que hacer tres cosas; escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo. Este dicho tan conocido parece que se basa en la adaptación de un relato profético de Mujámmad, Mensajero del Islam.

Espero que realizarlas no implique que ya no se deba de hacer nada más en la vida, pues aún me queda mucha guerra que dar, y sobre todo cientos, miles, millones de cosas por hacer y experiencias por vivir.

Escribir un libro (o relato).
De momento la parte de escribir un libro está cubierta. En realidad no es un libro, sino un relato, el cual el año pasado como regalo se encargaron de encuadernar y hacer 10 copias.
http://xqlascosascambian.blogspot.com.es/2013/02/rescatado-de-entre-mis-papeles.html

 El relato lo escribí hace muchos años para un concurso literario donde se tenía que exponer alguna historia tratando temas tan importantes como los derechos de las mujeres, lucha contra el machismo y superación ante la adversidad de la vida desde el punto de vista de una mujer. La protagonista de mi relato refleja parte de infancia y de mis aspiraciones, porque como alguien me dijo una vez en esta vida, mi lado femenino está bastante desarrollado.

Plantar un árbol.
Habiéndome criado en un pueblo el asunto de plantar un árbol lo he superado con creces, ya que en el colegio siempre se celebraba el día del árbol y como no, eso mismo se hacía. Pero hace un tiempo tuve la oportunidad de poder colaborar en un huerto urbano en una asociación que se dedica a mejorar la calidad de vida de las personas adultas con discapacidad intelectual y fomentar su integración social llamada Juan XXIII.
Estuvimos plantando un huerto con hortalizas y árboles. La experiencia fue maravillosa, y aunque pasamos un calor de justicia, mereció la pena el esfuerzo. Sobre todo por compartir esas horas con estas personas a veces tan olvidadas y tan maravillosas como son personas con Síndrome de Down.


http://www.fundacionjuanxxiii.org/

Tener un hijo.
De las cosas más importantes que habré podido hacer en mi vida. Que decir cuando la vida te pone ante este maravilloso e importante reto como es tener un hijo. Tu vida cambia por completo. Las preocupaciones y desvelos pasan a ser tu máxima diaria pero también las risa, alegrías y sobre todo esa sensación de querer tanto y tanto a alguien sin sentirte obligado a ello, porque sale solo. No creo que se pueda llegar a querer a nadie en la vida más que se quiere a un hijo.
Así que cumpliendo estas tres máximas, al menos referentes a este proverbio, creo que de momento he conseguido realizar bastantes cosas importantes en mi vida.