martes, 11 de marzo de 2014

11-M 10º Aniversario. ¿Recuerdas donde estabas tú?.

¿Donde estabas tú aquel fatídico día de los atentados del 11-M en Madrid?. Yo lo recuerdo muy claramente, como si hubiera ocurrido ayer mismo.

Esta mañana al montarme en el tren que suelo coger todas las mañanas no he podido evitar ponerme nervioso, un pensamiento macabro ha pasado por mi mente. No he podido evitar pensar que siendo el 10º aniversario no se le habría ocurrido a algún fanático islamista celebrarlo poniendo de nuevo unas bombas. Y en seguida me he imaginado saliendo entre los amasijos de hierro, o lo que sería peor para mí, que mi mujer fuera víctima de esa gentuza. Mi hijo, huérfano, llorando por su madre o por su padre. ¡¡Uf!!, nudo en el estómago, una ola de rabia e indignación me ha despertado de mi dormidera mañanera habitual. ¡¡Calma, calma!!, he pensado.

Evocando recuerdos más agradables mentalmente y mientras mis pulsaciones bajaban a niveles normales, y la calma volvía a mi, he empezado a acordarme de las personas que conozco que si fueron víctimas del atentado.

Me he acordado de mi amiga Elena y la pérdida de sus dos hermanas. La misma perdida que le llevó a su hermano decirle al ex-presidente Aznar esa famosa frase, que el se permite evocar en sus memorias: «Señor Aznar, yo le hago a usted responsable de la muerte de mis dos hermanas».

De hecho en el especial de el diario El Mundo del fin de semana pasado le hicieron una entrevista:
http://www.elmundo.es/especiales/11-m/las-victimas/3.html

Lo primero que he hecho ha sido enviarle un WhatsApp con un mensaje de ánimo, pues hoy debe de ser un duro día para ella y los suyos. Dos hermanas que iban a trabajar y dejaron viudos y huérfanos y una tristeza.

Pero también me he acordado de Laura, una amiga de la universidad de mi mujer, la cual perdió a su bebe y la movilidad de sus piernas y ahora vive postrada en una silla de ruedas. Eso sí, una sonrisa siempre está presente en su cara y tiene una hija preciosa que pudo tener a pesar de las secuelas del atentado.

Y de Rodolfo, más en concreto de su madre, a el no le conocí, pero si a su madre, que año tras año llora su pérdida....una mujer trabajadora que lo único que sabe es trabajar, trabajar y trabajar.

Recuerdo esa mañana, yo solía coger esos trenes, no se si uno u otro, pero podría haber sido una de las víctimas. La suerte estuvo de mi parte, ese día en vez de coger mi habitual tren me fui a trabajar en coche porque tenía que estar temprano debido a una intervención fuera de hora. Estábamos tranquilamente trabajando ajenos a la tragedia, cuando la mujer de mi compañero le llamó gritando, alarmada porque había oído la explosión del tren en el Pozo, ya que su casa está al lado y no sabía si su marido había cogido el tren esa mañana o había ido a trabajar en coche. Puede que el hubiera sido también una víctima más. Después de la alarma, vinieron los resoplidos, los nervios, el desconcierto. Yo también recibí la llamada de mi pareja en aquel entonces, nerviosa, preguntando si estaba bien. Si me había cogido a mi el atentado. Mi impulso fue tratar de llamar a mis familiares para calmarlos, pero las líneas estaban colapsadas. Todo fueron intentos de llamar a amigos, conocidos que sabías que solían coger esos mismos trenes. Mi amiga Ana se bajó de uno de los trenes un par de paradas antes. La suerte también la acompaño ese día.

Las noticias eran confusas, informaciones contradictorias. Mi mente tenía un autor que no era el "oficioso". Tenía claro que era una venganza por la famosa foto de Las Azores. Por la intervención de España en la guerra de Irak. De hecho mi frase a una compañera de trabajo cuando se decidió en el congreso que España participaría en la guerra fue: "Ojalá me equivoque, pero esto algún día nos pasará factura, pagaremos por ello, ya lo verás". Y por desgracia así fue.

¿Y que ganamos con ello?. Nada, 189 muertos, muchos heridos y estar en el punto de mira de los extremistas islamistas que escudándose en su puñetera cruzada religiosa matan y asesinan. ¡¡¡Malditos seáis, odio vuestras religiones y ojalá os pudráis en el infiero si existiera!!!.

El resto de los días todo fue información, información, y más información. Unos empeñados en acusar a quienes no habían sido, por motivos políticos o por no sentirse culpables. Espero que cada noche el arrepentimiento llegue a su cabecero y les impida dormir y conciliar el sueño con la conciencia tranquila.

Lo mejor, dentro de lo malo, era saber que mis amigos estaban bien .... puede sonar egoísta, pero siempre nos aliviamos cuando sabemos que los seres que más queremos están bien. El resto nunca nos suele doler tanto. Lo malo, las malas noticias terminarían llegando, y llegaron.

Hoy mi mente ha estado con esas personas, con ese día, con ese nudo en el estómago.
Foto: Monumento a las víctimas del 11-M en la estación de tren de Alcalá de Henares.