jueves, 21 de junio de 2012

La guerra contra los chorizos



Confirmada la dimisión de Carlos Dívar del CGPJ y el Supremo debido a los escándalos derivados de los gastos a cuenta del erario público por sus viajes y estancias en hoteles de lujo. 
Este personaje que supuestamente representaba a la justicia ha demostrado que era una persona de todo menos justa. 
Este señor insistía en que él no se había hospedado en hoteles de lujo sino de 4 estrellas cuyo importe era solamente de 300 euros por noche. 
Ese mismo dinero, 300 euros, que le fueron negados en devolver por el mismo tribunal a doña María Martín López (la cual fue a testificar en el juicio que se celebraba contra el juez Garzón por las investigaciones de los crímenes del régimen dictatorial franquista,) ya que tuvo que trasladarse en taxi desde su pueblo, Pedro Bernardo, al ser requerida por el tribunal para dicha declaración. 
Ese mismo dinero que paga este señor por noche en un hotel, y que probablemente sea la mitad de los ingresos mensuales, sino más, de esta pobre mujer.
Ahora bien, una vez dimitido, se irá a su casa sin ser juzgado y lo que es la tónica habitual en este país, sin devolver ni un mísero euro de los 30.000 euros que en total ha gastado. Tónica que practican todos los sinvergüenzas, ladrones, mangantes, chorizos, desgraciados y despreciables personas que “son pillados con las manos en el carrito del helado”. 
Y así nos luce el pelo el resto de los españoles, que no exigimos una justicia real y que en verdad juzgue y sea equitativa.
Lo que deberíamos de hacer todos los españoles es declararnos insumisos a la hora de pagar los impuestos, para que en realidad vieran que estamos hartos de tanto mangante de guante blanco. Si todos nos negásemos, no podrían multarnos a todos, eso tenlo por seguro, ni podrían tomar represalias contra los 45 millones aprox de habitantes de España.
Pero claro, eso es una utopía, es un pensamiento efímero, que nunca va a suceder. Mientras tengamos fútbol en la televisión es más que suficiente. Que para eso sí que somos todos españoles, y gritamos cuando la selección española marca un gol eso de “Yo soy español, español, español”.
Señores yo también lo soy, y no necesito que un equipo de fútbol marque un gol o gane una competición para gritarlo en defensa de lo que es verdaderamente España. Probablemente esos jugadores ganarán durante esta Eurocopa más dinero del que podamos ganar nosotros en 2 vidas enteras.
A ver si defendemos lo que somos en verdad, trabajadores, luchadores, eso es la España que tenemos que defender. Dejar de ser personas pisoteadas por los gobernantes elegidos por nosotros mismos, peleles en mano de los banqueros, de los mercados.

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